El Tomate o jitomate es el fruto de la tomatera, una
herbácea de tallo voluble que pertenece a la familia de las solanáceas. A pesar
de que su cultivo es posible a través de todo el año, dependiendo de la
ubicación geográfica, se la suele tratar como una planta anual. Las tomateras
suelen tener de 1 a 3 m de alto. Las hojas tienen 10 a 25 cm de largo, sus
flores, de color amarillo, tienen de 1 a 2 cm, suelen crecer en racimos de 3 a
12 flores juntas.
La fruta, el
tomate, suele medir entre 1 a 2 cm para las variedades silvestres, y suele ser
mucho más grande en las variedades cultivadas, es una baya coloreada al
madurar, en tonos que van del color naranja al rojo, su pigmentación se debe a
su contenido de licopeno y caroteno.
El tomate
forma parte del grupo de las frutas. Existen numerosas variedades que presentan
grandes diferencias entre sí, tanto por la forma de la planta como por la clase
del fruto, dependiendo de la variedad, hay frutos redondos o alargados en
colores rojo, amarillo y verde. El cultivo se realiza a través de semillas
contenidas en el fruto.
El tomate es
nativo originalmente de Sudamérica, de allí fue traído a Europa y actualmente
es uno de los alimentos más consumidos a nivel mundial, a pesar de habérsele
considerado venenoso en su tiempo.
El tomate es
una valiosa fuente de sales minerales y vitaminas, en particular A y C. Por su
alto contenido en vitaminas y minerales, el tomate tiene importantes
aplicaciones en medicina, es un estimulante natural del aparato digestivo,
posee grandes propiedades desinfectantes y antiescorbúticas. Es imprescindible
en gastronomía, y es ingrediente principal en numerosos platos de la cocina
internacional.
Comido crudo
en ensaladas, además de ser un gran alimento, es muy agradable al paladar.
Debe
procurarse utilizar siempre el tomate maduro, pues cuando aún no ha madurado,
sus propiedades son reducidas y puede incluso ser perjudicial para la salud.
Beneficios del Tomate
Gota, reumatismo, diabetes: Comer ensalada de tomate con ajo
machacado, con la mayor frecuencia posible.
Irritaciones de los ojos: El jugo de tomate, bien colado y
filtrado, hace un gran colirio.
Para eliminar
esos molestos y duros callos en los pies producto del tiempo o el
trabajo, es posible frotarse todas las noches con un pedazo de cebolla el
área afectada luego de haberse lavado, aplicarse pulpa de tomate y vendarse, ya
verá como el callo va desapareciendo.
Debilidad sexual: Se recomienda al hombre, pues la
vitamina C que contiene el tomate contribuye a la virilidad.
Abscesos dentales: Hacer un cocimiento de 30 gramos de
hojas y tallos de tomate en 200 gramos de agua. Hacer buches con esta
preparación varias veces en el día. También es recomendable combinar un
cataplasma hecho con las hojas y los tallos del tomate con uno
de manzanilla calentada en enjundia de gallina. Se deberán aplicar
ambos cataplasmas por periodos de 2 minutos consecutivamente uno tras otro, así
el absceso cederá y se aliviarán tanto el dolor como la inflamación.
Cuando
las encías se tornan rojas, se inflaman y el dolor aparece no hay
nada mejor para deshacerse de ese malestar que mezclar una copa de agua
con vinagre y un tomate machacado. Caliente esta mezcla y haga buches
tres veces al día, no tardará en sentirse mejor.
El tomate
está recomendado para conservar la juventud. Comidos maduros y dulces en
abundancia, conservan la sonoridad y claridad de la voz.
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