Para qué sirve la cebolla
La planta de
cebolla, cuyo nombre científico es Allium cepa, es recomendable por sus
propiedades antibióticas, en caso de presentar gripe y resfriados.
Para estas situaciones lo ideal es consumir 2 cucharadas de jugo de cebolla,
mezclados en una taza de agua caliente.
Debido a las
propiedades diuréticas y antibióticas que tiene la cebolla, es muy utilizada
para combatir enfermedades como las infecciones urinarias. Además, resulta muy
beneficiosa para tratar aquellas enfermedades que necesiten un aumento de la
eliminación de líquidos del organismo, como la cistitis y nefritis, siendo
también recomendado su consumo, para casos de retención de orina y cálculos
renales.
La cebolla posee
fibras dentro de composición, que le otorgan propiedades digestivas, resultando
ser muy apropiado su consumo en casos de presentar estreñimiento, o problemas
digestivos en general. Lo ideal para estos casos es beber una infusión de
cebolla.
En aplicación
externa la planta de cebolla es muy utilizada para
combatir dolores reumáticos y artríticos. Para estos casos, se
recomienda realizar masajes y fricciones en
Además, la cebolla
resulta ser un excelente antiséptico, por lo que es muy recomendado para evitar
posibles infecciones, limpiar las heridas con agua y jugo de cebolla.
La cebolla es
de bajo valor energético y muy rica en sales minerales, por su alto contenido
de vitaminas A y C, puede ser usada para el tratamiento de enfermedades
respiratorias y protege al organismo de parásitos e infecciones, igualmente su
alto contenido en vitamina hace que sea
muy útil contra enfermedades nerviosas. Su alto contenido en minerales como
Hierro, Fósforo, y otros minerales la hacen idónea para el tratamiento de
la anemia.
Para
tratamientos contra el reumatismo: Será necesario hervir 3 cebollas sin
pelar en un litro de agua por un periodo de 15 minutos, luego de retirar del
fuego reparta la bebida en dos dosis, una para ser tomada en ayunas por la
mañana y otra 30 minutos antes de acostarse. Otra forma para controlar y
disminuir los dolores ocasionados por esta enfermedad es realizar la tintura
macerando 90 gramos de cebolla picada en 100 g de alcohol de 90º y dejar allí
por poco más de 10 horas. Luego de esto deberá aplicar entre 10 y 15 gotas de
esta tina en dos dedos de agua para tomar tres veces al día, pronto notará como
el dolor disminuye.
Debilidad,
afecciones bronquiales, asma, nerviosismo, enfermedades de
los riñones, tuberculosis, cólicos nefríticos, diabetes, hidropesía,
enfermedades de la vejiga, obesidad, inflamaciones de las
articulaciones, impotencia, estreñimiento: Comerla con mucha frecuencia,
cruda o ligeramente azada, en las ensaladas.
Existen
diversas formas de controlar las diarreas, y con la cebolla no hay ninguna
excepción, para aliviar está molesta afección digestiva se aconseja realizar la
infusión de 15 gramos de cáscara de cebolla en 1 litro de agua, se deja hervir
por 10 minutos, se retira del fuego y se cuela. Esta bebida debe ser
suministrada al paciente una taza en la mañana en ayunas y una en la noche al
acostarse.
Para combatir
los problemas ocasionados por la bronquitis y otras enfermedades de las vías
respiratorias es recomendable hervir 25 gramos de cebolla cortada en trozos en
400 g de leche. Esta mezcla se deberá ingerir en ayunas por la mañana y 20
minutos antes de acostarse. Se lo desea puede endulzar con miel de abejas.
Remedio para la tos: Corte rodajas finas de cebolla morada, póngalas en un
recipiente hondo y agregue 3 cucharadas de azúcar. Deje la preparación toda la
noche al sereno y al día siguiente, en ayunas, tome el líquido espeso
resultante. Ese procedimiento deberá realizarlo hasta que la tos desaparezca
por completo.
Calambres o desmayos: Poniendo bajo la nariz zumo de
cebolla, se quitan los calambres y los desmayos.
Hidropesía:
Dar al enfermo como único alimento cebolla machacada con leche fría.
Gripe: A una taza de agua caliente, agregar
zumo de limón, una cucharada de miel y una o dos cucharadas de
zumo de cebolla. Tomar de 4 a 6 veces al día, si el enfermo está muy grave.
Otra receta
casera efectiva para calmar la irritación de la garganta ocasionada por
agotamiento o la polución del ambiente es mezclar algunos trozos de cebolla
cabezona en medio litro de agua con tres cucharaditas de azúcar. Esta mezcla se
debe dejar reposar por medio día, y tomarse una taza de la sustancia para
aclarar la garganta.
Una receta
para las anginas es poner a hervir un litro de agua, una vez esté en
su punto de ebullición se deben agregar 100 gramos de cebolla bien picada y
realizar inhalaciones de aquel vapor, esto es muy efectivo para repeler las
molestias ocasionadas por esta afección.
Para combatir
la afonía es de gran ayuda realizar la decocción de 20 gramos de
cebolla en 250 ml de leche por 10 minutos. Se debe tomar un vaso en la mañana y
otra en la noche antes de acostarse. También se aconseja realizar gargarismos
con esta misma sustancia dos o tres veces al día para agilizar la mejoría.
Forúnculos y abscesos: Cebolla asada y machacada. Se aplica
en cataplasmas sobre la parte afectada, con el fin de ablandar y provocar la
supuración.
Hemorragias nasales: Poner la mitad de una cebolla recién
cortada sobre la nuca del paciente para detener la sangre de la nariz. También
se puede respirar su olor con el mismo resultado.
Asma: Se encontrará gran alivio comiendo
cebollas asadas sobre brasas, en ayunas y por la noche.
Para el
tratamiento contra algunas enfermedades de la próstata es
frecuentemente utilizada la cebolla por sus múltiples beneficios en el campo
medicinal. Se debe preparar una tintura con el jugo de 40 gramos de bulbos de
cebolla fresca y mezclar con 120 g de alcohol de 80º. Se debe agitar muy bien y
tomar una cucharada de esta mezcla en un vaso con agua azucarada antes de las
comidas principales. Este tratamiento se deberá realizar durante 10 días al
mes.
Contra las lombrices: Tomar 2 cucharadas del zumo de una
cebolla.
Cabello, alopecia: Frotando cebolla sobre el cuero
cabelludo, estimula el crecimiento del pelo. El consumo de cebolla en cualquier
forma y en cantidades suficientes evita la caída del cabello.
Infecciones: La cebolla actúa como desinfectante
suave y natural, muy útil en heridas pequeñas.
Diurético: La cebolla es también un diurético
natural.
Dolor
de dientes y dolor de cabeza (cefalalgia): Tomar zumo de cebolla.
Dolor de oído: Unas gotas de zumo de cebolla asada.
Rinitis y resfriados crónicos: Unas gotas de zumo de cebolla en los
orificios nasales suelen ser de gran ayuda.
Afecciones del hígado: Tomar caldo de cebollas
cocidas.
Piel: Aplicar
cebolla frotada en el rostro produce una piel suave y tersa, también elimina
las manchas de la misma.
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