martes, 3 de noviembre de 2015

Cebolla


Para qué sirve la cebolla
La planta de cebolla, cuyo nombre científico es Allium cepa, es recomendable por sus propiedades antibióticas, en caso de presentar gripe y resfriados. Para estas situaciones lo ideal es consumir 2 cucharadas de jugo de cebolla, mezclados en una taza de agua caliente.


Debido a las propiedades diuréticas y antibióticas que tiene la cebolla, es muy utilizada para combatir enfermedades como las infecciones urinarias. Además, resulta muy beneficiosa para tratar aquellas enfermedades que necesiten un aumento de la eliminación de líquidos del organismo, como la cistitis y nefritis, siendo también recomendado su consumo, para casos de retención de orina y cálculos renales.
La cebolla posee fibras dentro de composición, que le otorgan propiedades digestivas, resultando ser muy apropiado su consumo en casos de presentar estreñimiento, o problemas digestivos en general. Lo ideal para estos casos es beber una infusión de cebolla.

En aplicación externa la planta de cebolla es muy utilizada para combatir dolores reumáticos y artríticos. Para estos casos, se recomienda realizar masajes y fricciones en
las zonas afectadas con jugo de cebolla.
Además, la cebolla resulta ser un excelente antiséptico, por lo que es muy recomendado para evitar posibles infecciones, limpiar las heridas con agua y jugo de cebolla.

Beneficios de la Cebolla

La cebolla es de bajo valor energético y muy rica en sales minerales, por su alto contenido de vitaminas A y C, puede ser usada para el tratamiento de enfermedades respiratorias y protege al organismo de parásitos e infecciones, igualmente su alto contenido en vitamina  hace que sea muy útil contra enfermedades nerviosas. Su alto contenido en minerales como Hierro, Fósforo, y otros minerales la hacen idónea para el tratamiento de la anemia.
Para tratamientos contra el reumatismo: Será necesario hervir 3 cebollas sin pelar en un litro de agua por un periodo de 15 minutos, luego de retirar del fuego reparta la bebida en dos dosis, una para ser tomada en ayunas por la mañana y otra 30 minutos antes de acostarse. Otra forma para controlar y disminuir los dolores ocasionados por esta enfermedad es realizar la tintura macerando 90 gramos de cebolla picada en 100 g de alcohol de 90º y dejar allí por poco más de 10 horas. Luego de esto deberá aplicar entre 10 y 15 gotas de esta tina en dos dedos de agua para tomar tres veces al día, pronto notará como el dolor disminuye.
Debilidad, afecciones bronquiales, asma, nerviosismo, enfermedades de los riñones, tuberculosis, cólicos nefríticos, diabetes, hidropesía, enfermedades de la vejiga, obesidad, inflamaciones de las articulaciones, impotencia, estreñimiento: Comerla con mucha frecuencia, cruda o ligeramente azada, en las ensaladas.
Existen diversas formas de controlar las diarreas, y con la cebolla no hay ninguna excepción, para aliviar está molesta afección digestiva se aconseja realizar la infusión de 15 gramos de cáscara de cebolla en 1 litro de agua, se deja hervir por 10 minutos, se retira del fuego y se cuela. Esta bebida debe ser suministrada al paciente una taza en la mañana en ayunas y una en la noche al acostarse.
Para combatir los problemas ocasionados por la bronquitis y otras enfermedades de las vías respiratorias es recomendable hervir 25 gramos de cebolla cortada en trozos en 400 g de leche. Esta mezcla se deberá ingerir en ayunas por la mañana y 20 minutos antes de acostarse. Se lo desea puede endulzar con miel de abejas.


Tos e insomnio: La cebolla blanca es de gran ayuda para curar la tos y evitar el insomnio.

Remedio para la tos: Corte rodajas finas de cebolla morada, póngalas en un recipiente hondo y agregue 3 cucharadas de azúcar. Deje la preparación toda la noche al sereno y al día siguiente, en ayunas, tome el líquido espeso resultante. Ese procedimiento deberá realizarlo hasta que la tos desaparezca por completo.

Calambres o desmayos: Poniendo bajo la nariz zumo de cebolla, se quitan los calambres y los desmayos.

Hidropesía: Dar al enfermo como único alimento cebolla machacada con leche fría.

Gripe: A una taza de agua caliente, agregar zumo de limón, una cucharada de miel y una o dos cucharadas de zumo de cebolla. Tomar de 4 a 6 veces al día, si el enfermo está muy grave.

Otra receta casera efectiva para calmar la irritación de la garganta ocasionada por agotamiento o la polución del ambiente es mezclar algunos trozos de cebolla cabezona en medio litro de agua con tres cucharaditas de azúcar. Esta mezcla se debe dejar reposar por medio día, y tomarse una taza de la sustancia para aclarar la garganta.

Una receta para las anginas es poner a hervir un litro de agua, una vez esté en su punto de ebullición se deben agregar 100 gramos de cebolla bien picada y realizar inhalaciones de aquel vapor, esto es muy efectivo para repeler las molestias ocasionadas por esta afección.
Para combatir la afonía es de gran ayuda realizar la decocción de 20 gramos de cebolla en 250 ml de leche por 10 minutos. Se debe tomar un vaso en la mañana y otra en la noche antes de acostarse. También se aconseja realizar gargarismos con esta misma sustancia dos o tres veces al día para agilizar la mejoría.

Forúnculos y abscesos: Cebolla asada y machacada. Se aplica en cataplasmas sobre la parte afectada, con el fin de ablandar y provocar la supuración.

Hemorragias nasales: Poner la mitad de una cebolla recién cortada sobre la nuca del paciente para detener la sangre de la nariz. También se puede respirar su olor con el mismo resultado.

Asma: Se encontrará gran alivio comiendo cebollas asadas sobre brasas, en ayunas y por la noche.
Para el tratamiento contra algunas enfermedades de la próstata es frecuentemente utilizada la cebolla por sus múltiples beneficios en el campo medicinal. Se debe preparar una tintura con el jugo de 40 gramos de bulbos de cebolla fresca y mezclar con 120 g de alcohol de 80º. Se debe agitar muy bien y tomar una cucharada de esta mezcla en un vaso con agua azucarada antes de las comidas principales. Este tratamiento se deberá realizar durante 10 días al mes.
Contra las lombrices: Tomar 2 cucharadas del zumo de una cebolla.

Cabello, alopecia: Frotando cebolla sobre el cuero cabelludo, estimula el crecimiento del pelo. El consumo de cebolla en cualquier forma y en cantidades suficientes evita la caída del cabello.


Infecciones: La cebolla actúa como desinfectante suave y natural, muy útil en heridas pequeñas.

Diurético: La cebolla es también un diurético natural.

Dolor de dientes y dolor de cabeza (cefalalgia): Tomar zumo de cebolla.

Dolor de oído:
Unas gotas de zumo de cebolla asada.

Rinitis y resfriados crónicos: Unas gotas de zumo de cebolla en los orificios nasales suelen ser de gran ayuda.



Afecciones del hígado: Tomar caldo de cebollas cocidas.
Piel: Aplicar cebolla frotada en el rostro produce una piel suave y tersa, también elimina las manchas de la misma.



















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