jueves, 29 de octubre de 2015

Ajenjo


                                                                            
También conocido como artemisia amarga o hierba santa, el Ajenjo es una hierba medicinal cuyas propiedades empezaron a desarrollarse desde las civilizaciones más antiguas, incluyendo a los pueblos egipcios y helénicos.

El ajenjo es una hierba de estructura simple, que florece durante las épocas calurosas del año, aunque posee raíces perennes. Su tallo suele ser grueso y firme, leñoso en algunas ocasiones y con él se explica la frondosidad de la planta. Las hojas suelen presentar un tono blancuzco o amarillento debido a las vellosidades que presenta en el haz de las mismas. Sus flores son en general de color amarillo muy suave y suelen presentarse únicamente en el periodo estival. Es originaria de Europa y regiones de Asia Central, pero la facilidad con la que puede cultivarse hace posible encontrarla en casi cualquier lugar del mundo en la actualidad. Es una planta que se adapta fácilmente a suelos pobres y condiciones climáticas secas. Por el tamaño de sus semillas es importante que para su cultivo se coloquen en sitios libres de corrientes de aire o agua. Puede conseguirse un buen ejemplar sólo mediante la plantación de un esqueje de la raíz y no requiere más que una pequeña fertilización anual.

Posee un potente sabor amargo atribuido a uno de sus componentes, la absintinala cual es soluble en alcohol. En el siglo XIX esta planta despertó un especial interés entre la sociedad artística europea con la creación de la absenta. A esta bebida de alto contenido alcohólico hecha a partir el ajenjo, se le atribuyen propiedades alucinógenas. Sus usos más comunes son por tanto la fabricación de este licor y otros como el vermú. De igual manera se utiliza como un insecticida de origen natural. Su aceite es considerado como un veneno muy potente.

Las propiedades medicinales del Ajenjo tratan especialmente las afecciones gástricas, es un vermífugo potente, tónico estomacal y antiséptico. Durante su acción afecta diferentes zonas del cerebro y el sistema nervioso. A pesar de los poderosos efectos de las bebidas alcohólicas que se fabrican a partir de esta planta, su uso medicinal es apto para cualquier persona y su sabor acre impide el consumo de cantidades excesivas. Se cree que la absintina es responsable de sus propiedades digestivas.

Beneficios del Ajenjo

Infusión básica de ajenjo: A un litro de agua hirviendo agregue 3 cucharadas de las sumidades
floridas y deje reposar por 15 minutos. Para estimular el apetito se pueden beber entre 1 y 3 tazas al día, siempre antes de la comida, mientras que para mejorar la digestión es recomendable tomar una taza después de comer. Se trata de una planta amarga, por lo que se puede endulzar con miel de abejas.

Tónico gástrico: Preparada en infusión, de preferencia sin ningún tipo de endulzante pues este potencia su sabor. Esta misma propiedad es la que le concede la propiedad de ser un tónico estomacal. Acrecienta el apetito e incita la creación de jugos gástricos. Recomendado para personas inapetentes y para tratardigestiones pesadas. Las personas que padezcan de úlceras, gastritis o enfermedades cardiovasculares deben evitar su consumo.

Enfermedades del hígado: Aumentan la secreción de jugos biliares descongestionando el hígado y mejorando sus funciones. Para el correcto funcionamiento del hígado, o incluso cuando ya se están presentando afecciones de cualquier tipo se aconseja tomar tres tazas diarias del cocimiento de un puñado de ajenjo y un fruto de fique. Realizar el procedimiento hasta notar mejoría.

Parásitos estomacales: Tomado en infusión es un potente vermífugo, aunque no se recomienda para el consumo de niños pequeños.

Infusión para eliminar las lombrices se prepara: A un litro de agua hirviendo agregue 4 cucharaditas de sumidades florales y déjelas reposar por una hora. Esta bebida aromática se debe tomar en las mañanas antes de desayunar.

Problemas menstruales: Provoca la menstruación debido a su acción directa sobre el útero. Ayuda a la normalización de los ciclos y es muy recomendable para adolescentes con periodos irregulares y que padezcan de fuertes cólicos durante los mismos.

Antiséptico: Aplicado en emplastos, tras mezclarse con un poco de aceite de oliva y molerse bien con un mortero, resulta un efectivo antiséptico para heridas superficiales.

Usos terapéuticos

Se utiliza como planta medicinal, y la propiedad más importante es la aperitiva. Se utiliza como tónico estomacal (contraresta la indigestión y el dolor gástrico), vermífugo y antiséptico. El aceite de ajenjo puro es muy venenoso. Afecta el sistema nervioso.

Hojas y pimpollos se cosechan al principio de su fructificación, necesitando un secado natural o artificial. Sus sustancias activas incluyen silica, dos elementos amargos (absintina y anabsintina) a las que debe sus propiedades digestivas; aceite esencial rico en tuyona de acción vermífuga y emenagoga, pero tóxica en dosis altas; sales minerales (nitrato potásico), tanino y resinaácido málico, y ácido succínico.

Aplicado correctamente, el ajenjo tiene unas interesantes propiedades medicinales, como:

Tónico gástrico: como todas las plantas amargas desarrolla un efecto tónico sobre el estómago, aumentando el apetito y estimulando la secreción de jugos gástricos. Conviene pues a los inapetentes y a los dispépticos (que padecen de digestiones pesadas). No así a los ulcerosos y a los de temperamento sanguíneo, pues el aumento de secreción de jugos gástricos les resulta perjudicial. Como bien indica Pius Font i Quer, «el ajenjo no debe tomarse sin necesidad».

Colerético: por el hecho de aumentar la secreción biliar, ejerce sobre el hígado una acción favorable, descongestiva y de estímulo de sus funciones. Resulta apropiado en los casos de insuficiencia hepática, y en la fase de convalecen
cia de las hepatitis víricas.

Vermífugo potente: es un gran vermífugo, pero su sabor desagradable puede hacer que los niños lo rechacen. En tal caso, es mejor utilizar otros vermífugos (tipos de plantas o fármacos antihelmínticos usados en el tratamiento de las helmintiasis, es decir las infestaciones por vermes, helmintos o lombrices).

Emenagogo potente: actúa sobre el útero (matriz) provocando la menstruación; pero además, normaliza los ciclos. Se recomienda, pues, para las jóvenes pálidas y debilitadas, que usualmente padecen de reglas irregulares y dolorosas. Avicena, el renombrado médico persa del siglo XI, lo prescribía «para calmar a las mujeres agrias y biliosas».

En medicina, la hierba se usa para hacer un té para ayudar a la mujer embarazada durante el trabajo de parto. Además se hace un vino pormaceración. Como polvo se hace una tintura. El aceite de la planta puede usarse como estimulante cardíaco para mejorar la circulación sanguínea. El aceite puro de Artemisia es muy venenoso, pero a una dosificación justa, y no excesiva, no ofrece riesgos.




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